El extraordinario éxito de Tina Walls es una noticia de esta semana tan buena…, que me ha hecho olvidar las cosas malas que nos rodean, que no son pocas. Son tantos los motivos por los que esta noticia me ha llenado de alegría que no puedo menos que compartirla con ustedes en el artículo de este domingo.

Claro que tendré que empezar por contar en qué ha consistido el reciente éxito de Tina Walls, por si a alguno de mis lectores, bombardeado por tanta información apabullante, le haya podido suceder lo que se cuenta en el Romance de Roncesvalles y los Doce Pares:

“Con la grande polvareda
perdieron a don Beltrán
y nunca lo echaron de menos
hasta los puertos pasar”.

Tina Walls dibuja como los ángeles y ha contado con imágenes el mayor acontecimiento de la Historia de la Humanidad, que nos hace contar el tiempo refiriéndonos al antes y después de la Encarnación del Hijo de Dios, lo que me hace hincarme de rodillas cuando cada domingo asisto a la Santa Misa, según el uso extraordinario establecido por Benedicto XVI, y se pronuncian estas palabras del Credo: “Et incarnatus est de Spíritu Sancto ex María Vírgine et homo factus est”.

Las ilustraciones de La Historia de la Navidad de Tina Walls vuelven a poner de manifiesto que la realidad es mucho más interesante que la ficción, porque es más atractivo contemplar la “Luz del Mundo”, que todas esas lucecitas de colores que colocan los Ayuntamientos, ya que si tantos adornos luminosos no nos trasladan hasta el Nacimiento del Hijo de Dios, causan tedio y aburrimiento cuando solo se encienden para mayor gloria de los señores alcaldes y, encima, a costa de los contribuyentes.

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El niño de los recados de la Virgen

Que Tina Walls haya sabido transmitir de un modo tan bello el mayor acontecimiento de la Historia, el Nacimiento del Hijo de Dios, es lo más importante de todo, y por lo tanto lo que más alegría me ha proporcionado. Pero a este gran contento se me añaden otros, que también tienen su importancia. Sin duda, uno de estos gozos es que en cierta medida haya sido un artículo mío de Hispanidad una de sus fuentes de inspiración, y por lo tanto me siento muy orgulloso por la parte en la que haya podido contribuir a su triunfo.

Cuando el año pasado escribí el cuento de Navidad titulado El niño de los recados de las Virgen se lo di a leer a Tina Walls y me hizo una maravillosa ilustración. Y sin duda que la gran difusión que tiene en la red Hispanidad contribuyó a aumentar el prestigio que Tina Walls ya tenía por entonces.

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El portal de Belén de Historia de la Navidad de Tina Walls

Contaba en aquel artículo que cuando María y José pedían alojamiento en Belén, un niño fue testigo del portazo que les dio el posadero y que fue este niño el que les condujo a una gruta, donde su padre guardaba las ovejas y donde entonces solo había un buey y una mula. A partir de este momento el niño se encariñó con la Virgen y María con él y se convirtió en “el niño de los recados de la Virgen”, al que pasados los años Jesús y María se volverán a encontrar cuando acudan a las bodas de Caná. Y este mismo niño es el que el que según Tina Walls llevó abundante leña, toda la que podía cargar, con la que se calentó la gruta de Belén.

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La Virgen de San Fermín

Los dibujos de Tina Walls conectan el cielo con la tierra, lo divino con lo humano, son auténticos y verdaderos. Por eso, lo mismo que por sus orígenes navarros, ya que su madre es una “PTV” (de Pamplona de Toda la Vida), Tina Walls en uno de sus dibujos más celebrados en la red representa a la Virgen María atando el pañuelico rojo en el cuello del Niño Jesús, al que San José le ha hecho un torito de juguete, y por esa misma autenticidad Tina Walls rompe con la tradicional representación de la Anunciación y San Gabriel, y sorprenda a la Virgen barriendo. ¡Pero en qué cabeza cabe que la Virgen solo tenía presencia de Dios cuando rezaba y la perdía cuando hacía las faenas de la casa!

La Historia de la Navidad de Tina Walls, por supuesto, que es un libro para niños, pero también lo es para cuantos ya entrados en años siguen empeñados en seguir siendo como niños para poder entrar en el Reino de los Cielos y, por lo tanto, no han perdido la sencillez de la mirada infantil y pura, capaz de descubrir en este libro los mensajes que transmiten los personajes principales y los que no lo son tanto.

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La Anunciación según Historia de la Navidad de Tina Walls

En todos los dibujos del libro aparecen personajes secundarios, de los que yo destaco los pollitos amarillos, que encierran en sus trazos graciosos la dignidad y la tragedia de la Humanidad a la que representan. Ese es el caso del pollito que se esconde debajo de la capa de Gaspar, que eso es lo que hacen los padres cada noche del 5 enero… Pero, sin duda, el mejor ejemplar es el que yo llamo el “pollito suicida”, que aparece en la escena de la Visitación, subido al brocal y tentado a arrojarse a la maldad del pozo, pero al momento se tiene la seguridad de que eso no sucederá, porque su ángel de la guarda que aparece a su lado va a evitar que caiga en la perdición.

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La Visitación según Historia de la Navidad de Tina Walls

En resumen, que de la Historia de la Navidad de Tina Walls todo me gusta muchísimo. Y por confesarles con sinceridad una de mis preferencias, que además me llena de orgullo, les diré que para mí lo mejor es que el apellido de Tina se puede traducir por “Paredes”. Y en cuanto a lo de por qué a mi hija Victoria le da por llamarse Tina, eso ya no se lo puedo contar, porque hay cosas tan increíbles que es mejor que se queden dentro de la familia.

Javier Paredes

Catedrático emérito de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá