El machismo tiene una nueva forma: la del teletrabajo. Lo ha descubierto Irene Montero, quien se ha percatado de que el hombre puede encerrarse en un despacho en casa para trabajar mientras la mujer debe hacerse cargo de las tareas domésticas, además de desempeñar sus quehaceres laborales.

La ministra de Igualdad ha participado este jueves en el Foro de Justicia del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, en donde además ha señalado a la "justicia patriarcal" como el "obstáculo para el acceso de las mujeres a la garantía de sus derechos".

En su intervención ha explicado que el movimiento feminista, en su búsqueda por sociedades "justas" e "igualitarias" también habla de los "retos" que deben afrontar para ellos los sistemas judiciales para "acabar con el machismo" y "la discriminación". Es lo que, ha indicado, se denomina en el feminismo, y también por parte de organismos internacionales, como la "justicia patriarcal".

El mismo foro le ha servido a Montero para expresar otro de sus pensamientos: "La riqueza está mayoritariamente en manos de hombres blancos heterosexuales". La ministra ha incluido el comentario al referirse a las desigualdades de género existentes, y a la lucha feminista por terminar con las mismas, indicando que no sólo existen desequilibrios en los tiempos de cuidado a los niños o a los mayores, sino también en el reparto de la riqueza.

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