Día contra la Desertificación y la Seguía. Lema: "Superemos juntos la seguía". Pues para ello, nada mejor que limpiar los montes para evitar incendios y, sobre todo, nada mejor que hacer las cosas en positivo, no en negativo como es propio de los ecologistas. 

Se trata de plantar millones de árboles y de desalar agua, para lo cual, por cierto, no vendría mal nuevas centrales nucleares, porque se necesita mucha energía para desalar agua de mar. Una gran desaladora debe tener al lado una central nuclear, es decir, una producción de energía intensiva.  

Pero, sobre todo, se necesitan arboles y arbustos para producir oxígeno y humedad.

Insisto, en el Síndrome del Sáhara. El norte de África era el granero del Imperio romano, con trigo, vid y olivo como cultivos de referencia. Cuando fue conquistado por los musulmanes, que abominan de la agricultura... el Sáhara avanzó hasta el Mediterráneo.

Por favor, ecología en positivo, por favor. Frente al calentamiento local, menos quejarse y más actuar.

O sea, no celebrarlo, como hizo Pedro Sánchez, con la cita de la carta de unos niños, medio adolescentes, que le dirigieron la siguiente pregunta: ¿Qué pensarían ustedes si fueran niños y tuvieran toda una vida por delante en un planeta como este? Según Sánchez el mensaje le abrumó pero la respuesta más lógica hubiera sido la siguiente: pues queridos niños, lo que tenéis que hacer es ver menos TV y jugar a ser un poquito menos pedantes.