Hoy, lunes 9 de diciembre, a las 19,00 horas, en la Catedral de Valencia, se celebrará el funeral -católico, hay que aclarar- por las, en principio, 225 víctimas de la gota fría que asoló Valencia el 29 de octubre. Oficiará el arzobispo de Valencia, Enrique Benavent y acudirá el Rey Felipe VI pero, al menos en la última agenda del Gobierno, no estaba previsto que acudiera ningún miembro del Ejecutivo. Desde luego, no el presidente. Un funeral resulta algo demasiado católico para un buen progresista.

Las relaciones entre Moncloa y Zarzuela no pueden ir peor: el Día de la Constitución, Sánchez ninguneó al Monarca y ofició en el Congreso como Jefe del Estado... mientras anunciaba que el derecho al aborto será constitucional en España

Además, no nos engañemos, la cobardía es un defecto duro de predecir, aún más duro de experimentar e indeciblemente duro de recordar. Sánchez no quiere que nada ni nadie le recuerden su cobardía en Paiporta, donde huyó de la justificada ira vecinal rodeado por un servicio de seguridad. Además, posteriormente, vengativo, envió nada menos que a una unidad especial de la Guardia Civil para detener a uno de sus 'agresores', que había titulado la mortífera arma de una escoba contra el Excmo señor presidente.

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En cualquier caso, la cristofobia del Gobierno se dispara... y la tibieza del Rey, Felipe VI también. Porque el Rey sí estará hoy en el Funeral pero después ya se anuncia, en un funeral civil, presuntamente masónico, como los del Covid, formados todos en semicírculo, con un pebetero encendido (la luz que nos ilumina, y que no es precisamente la del Portal de Belén), con muchas referencias a la trascendencia del propio acto, pero jamás a la vida eterna.

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En el entretanto, las relaciones entre Moncloa y Zarzuela no pueden ir peor: el Día de la Constitución, Sánchez ninguneó al Rey y ofició en el Congreso como Jefe del Estado... mientras anunciaba que el derecho al aborto será constitucional en España. Pues si la Constitución reconoce la muerte del más inocente y más indefenso de todos los seres humanos, a manos de su madre, de su puñetera madre, yo me desapunto de la Carta Magna: a partir de ese momento no será anti-constitucional.

Moncloa también se negó a acudir a la re-inauguración de Notre Dame, aunque esto no tiene por qué ser negativo: el masoncete de Macron aprovechó para entronizarse como obispo laico de París y eso provoca "pampurrias". Además, Pedro le reprocha a Emmanuel el cambio pro-Trump del Elíseo

Volvamos a Valencia, a Sánchez y al Rey. Lo cierto es que la soberbia del presidente del Gobierno no ha olvidado la cobardía de Paiporta... pero lo que ya resulta hasta gracioso es que se culpe al Rey de la misma. Recuerden la escena: Sánchez abandonó la comitiva regia como un juguete roto, al que sus guardaespaldas no sólo tienen que proteger sino que encima tiene que llevar en volandas porque se ha quedado paralizado. El Rey Felipe VI se queda y soporta el justificado enfado de los vecinos. Pues bien, Sánchez le reprocha que no se fuera con él.

Y así, el 6 de diciembre, Día de la Constitución, no sólo no estaba el monarca, que era quien, como jefe del Estado debía presidir la ceremonia, sino que Sánchez ni tan siquiera le citó, al igual que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, un personaje que no alcanza el sectarismo ni la egolatría de Sánchez porque es menos crispada que él, pero que realiza grandes esfuerzos por imitarle.

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Es más, Podemos, la coartada habitual de Sánchez, aprovechó el Día de la Constitución para exigir la III República. Con eso queda dicho todo.

En paralelo, Moncloa también se negó a acudir a la re-inauguración de Notre Dame, aunque esto no tiene por qué ser negativo: el masoncete de Macron aprovechó para entronizarse como obispo laico de París, un espectáculo especialmente repugnante, propio de los Hijos de la Viuda. Aprovechaba 'Macroncete' que el pueblo francés, no las logias, han ayudado económicamente a la restauración de uno de los templos más importantes de la Cristiandad, incendiado hace 5 años, para secularizarlo, al templo y a su gran tesoro: la Eucaristía. 

En cualquier caso, ver a Emmanuel 'Lolito' Macron, ejercer como obispo es algo que provoca, como dicen en Navarra, 'pampurrias', sinónimo ibereño de acidez de estómago o arcadas.

Además, Pedro le reprocha a Emmanuel el cambio pro-Trump del Elíseo, que allí estaba Trump, quien aún no es presidente, en primer plano, junto al presidente francés... quien no invitó a Joe Biden, presidente en ejercicio de los Estados Unidos hasta el 20 de enero. Y eso que, creo, que Yayoyou aún no ha olvidado que París está en Francia. Por su parte, Kamala Harris está muy escocida como para acudir a la inauguración de una Iglesia católica.

En cualquier caso la cristofobia de Pedro Sánchez se dispara, la tibieza del Rey, hoy su católica majestad, mañana su majestad masoncilla, también. Nos queda el consuelo de que el cristófobo aborrece al tibio y el tibio está hasta las narices del cristófobo.