A las 15:30, en la estación de tren de Eibar (Gipúzcoa) ETA secuestraba al concejal del Partido Popular en Ermua, Miguel Ángel Blanco, y amenazaba con matarlo. 

A cambio de su liberación, la banda terrorista exigía el acercamiento a las cárceles del País Vasco de los presos etarras.

Ante la negativa del Gobierno central a negociar con ellos y después de multitudinarias manifestaciones en todo el país exigiendo su liberación, Blanco apareció el 12 de julio con dos tiros en la cabeza. Fallecía la madrugada del día 13.

Mientras, Pedro Sánchez, quien se autodefine como un "hombre limpio", gobierna con los herederos de quienes secuestraron a Blanco.