• El animal sufre pero el hombre es consciente de su sufrimiento.
  • En definitiva, el hombre es consciente de su dolor, y eso supone su mayor sacrificio.
  • En cualquier caso, los animales del circo son de los mejores tratados.
  • Es más, si a un animal criado en cautividad le dejas en libertad, probablemente no sea capaz de sobrevivir.
Manuela Carmena exige (esta nunca pide, exige) circos sin animales. Que era lo que nos ilusionaba cuando éramos chicos de un circo: los bichos y los trapecistas. Porque dice Manuela que los animalitos experimentan sufrimiento, ansiedad y estrés. Y Javier Barbero, un entusiasta del aborto (de humanos claro esa), asegura que "todos los seres vivos merecen un respeto", con la única excepción, claro está, de la raza humana. En primer lugar, el sufrimiento animal no tiene nada que ver con el humano. El animal sufre pero el hombre es consciente de su sufrimiento, lo que eleva en muchos grados su tribulación. En definitiva, el hombre es consciente de su dolor, y eso supone su mayor sacrificio. Casi podríamos decir que el sufrimiento humano es, ante todo, psíquico y, antes que nada, una humillación. En cualquier caso, los animales del circo son de los mejores tratados. Es más, si a un animal criado en cautividad (en el circo o en el zoo) le dejas en libertad, probablemente no sea capaz de sobrevivir. Así que Manuela, Causapié, id vosotras al circo ese, tan políticamente correcto. Recuerden, el problema de un Madrid liderado por la sectaria de Carmena no es Podemos, es quien llevó a Carmena al poder: los chicos del PSOE, ahora con Causapié a la cabeza. Eulogio López eulogio@hispanidad.com