Los socialistas se compromete a sancionar la demanda, perseguir penalmente todas las formas de proxenetismo y recuperar la tipificación penal de la tercería locativa (el lucro por alquilar un espacio donde se prostituye a una persona)
En la prostitución no hay un malo, el cliente, sino dos: el cliente y la prostituta… salvo que la mujer trabaje forzada.
Sigamos con aclaraciones: no hay que legalizar la prostitución, pero no porque legalice al proxeneta, sino porque vender el cuerpo es malo en sí mismo.
El sexo no puede separarse ni del amor ni de la procreación
El sexo está hecho para dos cosas: el mantenimiento de la especie y el amor –entrega y donación– entre hombre y mujer. Si se separa el sexo del amor y la procreación, que es lo que hace la prostitución, se desnaturaliza.
Así que el sindicato Otras no debe prohibirse para evitar la explotación de la mujer. Hay muchas prostitutas que lo son porque les da la gana.
Solo hay una excepción: cuando la mujer trabaja forzada. Pero otras muchas son prostitutas porque quieren serlo
En cualquier caso, el cuerpo no se vende ni el sexo se separa del amor.
El feminismo tiene razón pero, como siempre, no sabe por qué la tiene.