Medio siglo gritando: ¡libertad sexual! y ahora resulta que nos extinguimos
Educación sexual Europea: tened más hijos. Es un trabajo de Danny Hakim para El País, publicado en ese suplemento globalizador que dirigen los progres del New York Times a beneficio de su depresión profunda. Los del Times son progres, pero progres capitalistas 'of course'. Es decir, muy tristones.
Los de El País lo mismo, aunque un poco menos mariquitas. Incluso pueden ser "un poquito cabrones", pero no tontos. El autor, Danny, entrevista a sexólogos inoculados en el mundo de la infancia. Es decir, educadores de la cosa del sexo, profesionales, oiga, sacados de Dinamarca, Italia, Francia etc. Todos ellos levan medio siglo educando a los niños en sexo seguro, que significa eso que están ustedes pensado: copula a gusto, copula contento, pero sobre todo, que no se te quede el hijo dentro. La idea del sexo sin procreación inundó el mundo y la doctrina de la banalización del sexo lo corrompió. Enseñamos a los niños cien y un métodos -científicos, que conste- para no tener hijos, todo menos la abstinencia sexual, y ahora resulta que se nos ha olvidado como tenerlos. Es decir, cómo hacer sexo inseguro, esto es, el de toda la vida. Y aunque nos lo enseñen en clase de orientación sexual, lo mismo da: nos falta el empuje, la reciedumbre, el coraje, la sabiduría y el romanticismo necesarios para procrear, educar y, sobre todo, amar la descendencia y a nuestros descendientes. Un castizo diría que lo que nos falta son agallas… 'pa resumir'.
Y entonces es cuando un educador sexual danés nos recuerda que Dinamarca lleva ya dos generaciones sin tener hijos, es decir, por debajo de la tasa de reemplazo (como España, no se vayan a pensar) y que, en pocas palabras, los vikingos corren el serio riesgo de desaparecer del mapa y no por razones bélicas. Y lo mismo en Italia, en Francia, en Reino Unido, en Alemania y, por supuesto, en España. Miedo a la vida, miedo a vivir. Nos mofábamos de las familias numerosas y ahora suspiramos por ellas porque nos estamos extinguiendo. Al menos en Occidente. Así que ya lo saben: los daneses se disponen a enseñar a los danesitos a ser papás. ¡Caramba!, ¿cómo era? Eulogio López eulogio@hispanidad.com