- Imponen lo políticamente correcto por la vía penal.
- Llegará un momento en el que no podamos decir nada.
-
Y encima a los demandantes les resulta gratis, porque el gasto corre a cargo de la Fiscalía.
A ver si nos entendemos:
la censura en la España de hoy no es la tontuna de la Ley de Seguridad Ciudadana, que, aunque Podemos y los más tontos del PSOE se empeñen en llamarla
ley mordaza, no es más que una norma que intentaba imponer una cierta disciplina en un pueblo bastante indisciplinado que ha perdido sus virtudes castrenses. Sí, he dicho virtudes castrenses.
Ciertamente,
la ley de seguridad se orienta a disciplina, más en el respeto a las instituciones que a las personas, pero algo es algo.
No hombre no. La censura se impone hoy en España, ahora desde el
artículo 510 del
Código Penal, a través de los llamados delitos de odio. Y a través de él, el lobby gay y el lobby feminista imponen lo que se puede decir y lo que no se pude decir.
Los delitos de odio terminarán con la libertad de expresión y
la libertad de prensa.
Hablamos de imponer lo políticamente correcto por la vía penal. Y llegará un momento en el que no podamos decir nada.
Y encima a los demandantes, hay verdaderos expertos en la materia, les resulta gratis, porque el gasto corre a cargo de la Fiscalía.
Por lo demás: todo está en orden.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com