• Y dejan una coalición PP-PSOE-C's, con Soraya Sáenz de Santamaría de presidenta y Susana Díaz de vice, y Luis Garicano de ministro de Economía y Hacienda.
  • Por lo menos, eso le pondría en un brete… a Rajoy y a Sánchez.
  • Aunque, como cristiano, me importa un bledo quién gane. Sé que los católicos saldremos perdiendo.
  • No se trata de apostar por la derecha porque es más cristiana: eso fue hace mucho tiempo.
Insisto, los españoles -el pueblo más fuerte del mundo, según Bismarck porque ha sobrevivido a las clases dirigentes más ineptas- tenemos que elegir entre un Rajoy tibio, un Sánchez rencoroso, un Iglesias totalitario y un Albert Rivera que representa a la derecha pagana. Salga quien salga los cristianos saldremos perdiendo. Sinceramente, no sé con quién me quedo. Y no, no se trata de ser de derechas porque la derecha es más cristiana: eso fue hace mucho tiempo. Además, lo que ahora le gusta al dinero y a los mercados financieros es una derecha financista y pagana, no cristiana. Así que se me ocurre una idea: si Rajoy es quien bloquea la solución y Pedro Sánchez no busca el poder sino cumplir el mandato del pueblo español, lo que tiene que hacer es marcharse a casa los dos. No uno, los dos. Y, además, dejar pactado y firmado crear un gobierno de coalición PP-PSOE-C's. Mismamente ahora, en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora (al resto de mujeres que les den) deberían nombrar sucesores a Soraya Sáenz de Santamaría, como presidenta, a Susana Díaz como vicepresidenta y a Luis Garicano como ministro de Economía y Hacienda. Hay que dejar paso a las mujeres. Por cierto, Luis Garicano no es mujer, ni tan siquiera homosexual. Deberemos mantenerlo a título de cuota masculina, qué le vamos a hacer. ¿Se imaginan? Si Rajoy o Sánchez, cualquiera de los dos, propusiera tal cosa, meterían al otro en un verdadero brete y nadie podría dudar de sus sincerísimas intenciones. ¡Qué fuerte! Eulogio López eulogio@hispanidad.com