- Los casos corrupción del PSOE, Podemos y Ciudadanos pasan inadvertidos.
- Y en el seno del Partido Popular, estamos consiguiendo que paguen justos por pecadores.
- Pero Rajoy debería preguntarse por qué provoca tanto cabreo en buena parte de la población.
- No sólo entre la gente de izquierdas.
Es verdad que
la judicatura ha abierto una especie de causa general contra el PP. Es como si jueces y fiscales tuvieran ganas de vengarse de Rajoy. ¿Qué tendrá el de Pontevedra para provocar estas reacciones tan viscerales,
y casi nunca de amor profundo, no señor.
Rajoy cabrea a los extraños porque no expolia los palos que, en conciencia y en coherencia, debe darles. Pero también cabrea a los propios porque les tratan como a secuestrados.Y a los poderosos, por ejemplo a los empresarios, les cabrea esa
lejanía de Rajoy con todo y con todos.Para mí que se merece lo que sufre.Dicho esto, es verdad que esa causa general de la judicatura contra el PP ha provocado que paguen
justos por pecadores y un agravio comparativo feroz: a ningún partido se le trata -por ejemplo, en los medios tradicionales- con tanta dureza como a los de Génova.
Cualquier metedura de pata o de mano en el PSOE o en Ciudadanos no tiene la repercusión que en el PP. No digamos nada en Podemos. Ahora mismo,
Pablo Iglesias se podía dedicar a la pederastia que la gente le seguiría aplaudiendo. Los extremistas son así: volubles en su voto pero roqueños en las mitificaciones de sus líderes. En ambos casos, tontos de baba.Y, sinceramente,
que Rajoy se marche a casa no es malo para España. Lo peor está en sus previsibles sustitutos. Verbigracia, Pedro Sánchez, conocido como Zapaterín, porque ZP era más capaz.
Eulogio Lópezeulogio@hispanidad.com