Erdogan utiliza a los refugiados como misiles contra Occidente. De asco
Ese pedazo de miserable que es el turco Recep Erdogan, uno de nuestros peores ciudadanos, está utilizando a los refugiados impecunes como misiles humanos contra Europa. Llegan por centenares a la frontera griega empujados por los turcos.
Sí, es cierto que allí los depositó Europa a cambio de dinero, pero ni el pagano ni el pagado pueden presumir de humanidad. Y menos que nadie Erdogan, que primero les hacina en cárceles a cambio del dinero de Europa y luego les suelta cuando no le gusta que Rusia y Occidente le impidan matar kurdos y evitar que Siria acabe con el Estado islámico en Idlib.
En cualquier caso, ningún país mahometano debería atreverse a levantar la voz. La mayoría de los refugiados en Turquía son musulmanes pero no quieren ir a ningún país musulmán sino a la odiada Europa cristiana, la de los cruzados. Ningún refugiado quiere ir a los dos grandes países islámicos, el capitán del chiísmo, Irán, el del sunismo, Arabia.
Entre otras cosas, porque a los mejores les coserían a balazos. Pero el malo es Europa.