Esta es la razón por la que la economía parezca siempre un problema insoluble. No lo es.
Y la solución no es un capitalismo sin fronteras.
El mercado es democrático pero manipulable.
Capitalismo y socialismo son lo mismo. Dos atentados con la propiedad privada y la libertad del individuo.
Ambos usurpan el dinero de los particulares.
Merece la pena emplear un minuto en esta inteligente y, además, buena meme internetera. Viene a decir que de los 100 euros que un trabajador cuesta a su empresa, el Estado se lleva 50, o casi 50, para un salario medio. No se lo pierdan.
Eso sin contar los impuestos indirectos que luego se llevan el Gobierno central y los municipios.
Por lo tanto, el Estado nos roba. Sólo los idiotas, aunque son muchos, pueden asegurar que lo público es lo bueno y lo privado lo malo. Lo público no es más que lo que nos roban los políticos pero la propiedad privada sólo es buena cuando está convenientemente repartida.
Propiedad privada: si me obligan a elegir entre capitalismo y socialismo es como obligar a elegir entre vegetarianismo y canibalismo. O que la única alternativa sea que todos los hombres entren en un convento y que otros tengan harenes.
Un país libre donde los hombres puedan volver a poseer algo.
Como decían los distributistas: cuando no sea absurdo decir que la granja debe pertenecer al granjero, ni parezca una idea brillante decir que el hombre debe vivir en su propia casa, así como ser dueño de su sombrero.. Entonces, la trompeta del triunfo nos dirá que ya no somos necesarios.
Está claro: hay que acabar con lo público, reducir el Estado a la mínima expresión y, al mismo tiempo, fomentar la pequeña propiedad privada y atacar a la grande.
En resumen, el Estado nos roba y lo público es un desastre. Y esta es la razón por la que la economía parezca siempre un problema insoluble. No lo es.
Eulogio Lópezeulogio@hispanidad.com
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