Dicen en el Gobierno que el diálogo con los separatistas catalanes y vascos precisa "discreción". 

No es discreción es opacidad. ¿Por qué no pueden los españoles saber qué es lo que les está dando Sánchez a los nacionalistas?

Pero sorprende que la prensa haya aceptado esta mentira. No es descripción, es opacidad porque Pedro Sánchez sabe que si habla claro una porción de ciudadanos, incluidos sus propios votantes -según las encuestas la mitad de los casi 8 millones que le votaron el 23-julio, le retirarán su apoyo. Y eso no le conviene, ni tan siquiera al inicio de legislatura. 

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