Sr. Director:

Vivimos tiempos en los que la violencia religiosa se expande con brutalidad alarmante: en Europa, comunidades cristianas y judías sufren agresiones crecientes; en África, Asia y Oriente Medio, el cristianismo es perseguido masivamente, con miles de muertos, iglesias quemadas y comunidades enteras desplazadas.

Este fenómeno no es un conjunto de hechos aislados, sino parte de una crisis civilizatoria que atenta contra la identidad judeocristiana y grecorromana de Occidente.

Detrás del deterioro no solo están actores externos —grupos de fanáticos islamistas, yihadistas, insurgencias violentas—, sino también factores internos: decadencia moral, renuncia cultural, connivencia institucional y el papel de un “quintacolumnismo” de los gobernantes y de la burocracia de Bruselas, que erosiona los cimientos mismos de nuestra civilización.

Persecución global: cifras y tendencias recientes

1. Alcance mundial de la persecución cristiana

  • Según Open Doors (WWL 2025), más de 380 millones de cristianos vivieron en 2024 en contextos de “altos niveles” de persecución o discriminación por su fe.
  • En 2024 se documentaron 4.476 cristianos asesinados por motivos de fe en todo el mundo, de los cuales aproximadamente 3.100 ocurrieron en Nigeria.
  • Se registró un aumento dramático en ataques a iglesias, instituciones cristianas, hogares, desplazamientos forzados y agresiones físicas o amenazas.

Estos datos revelan que la persecución no es marginal, sino una de las crisis humanitarias de mayor envergadura vinculadas a la libertad religiosa.

2. Concentración geográfica

Los países más peligrosos para los cristianos incluyen:

  • Nigeria: líder mundial en asesinatos y secuestros por motivos religiosos.
  • India: aumento dramático de detenciones y persecución legal.
  • Mozambique, Pakistán, Shaet, Oriente Medio: persecución extrema.

En Europa, se detecta un alarmante aumento de crímenes motivados por odio religioso, especialmente contra cristianos, que muchas veces no trascienden a la opinión pública.

Europa: violencia anticristiana en aumento

  • Según OIDAC Europe (2024), 2.211 crímenes de odio anticristianos se registraron en Europa en 2024, incluyendo 94 ataques incendiarios a iglesias y 274 agresiones personales.
  • Los países más afectados: Francia, Reino Unido, Alemania, España y Austria.

Ejemplos ilustrativos:

  • España, 2023, Algeciras: un hombre armado atacó dos iglesias, matando a un sacristán e hiriendo al sacerdote y cuatro fieles.
  • España, 2024: asesinato de un monje de 76 años en un monasterio, con otros heridos.
  • Francia, Saint-Omer, 2 septiembre 2024: incendio intencionado en la iglesia de la Inmaculada Concepción, templo histórico de 1859.
  • Alemania, 2024: incremento del 105 % en crímenes anticristianos respecto a 2023, incluyendo incendios y ataques a templos.

Estos hechos muestran que la amenaza anticristiana en Europa es real, tangible y creciente, generando miedo, inseguridad y ocultamiento de símbolos religiosos.

Cronología global de persecución reciente

Año

Hechos principales

2022

748 crímenes anticristianos documentados en 30 países europeos; aumento de vandalismo, profanaciones, ataques a personas y templos.

2023

2.444 ataques anticristianos en 35 países europeos; 232 agresiones personales; asesinatos y violencia sistemática documentados.

2023

España: asesinato del sacristán de Algeciras; aumento de incendios a iglesias históricas en Francia y Alemania.

2024

2.211 crímenes de odio anticristianos en Europa; 94 ataques incendiarios a iglesias; 274 agresiones personales; asesinato de monje en España.

2024

Global: 4.476 cristianos asesinados; 3.100 en Nigeria; incremento de desplazamientos forzados, destrucción de iglesias y exilios.

2025

Continuación de agresiones, amenazas y atentados, tanto en Europa como en países de persecución severa (India, Nigeria, Pakistán, Oriente Medio).

Ejemplos fuera del «radar público».

  • Alemania, 2024: incendio de un tercio de los templos atacados en Europa.
  • España, 2024: ataques a monasterios y parroquias menores, víctimas ocultas.
  • Francia, 2024: incendios a iglesias históricas y agresiones personales documentadas.
  • Turquía, Estambul 2024: atentado armado contra la Iglesia de Santa María, con al menos un muerto y un herido.

Estos casos, muchos sin cobertura mediática, evidencian que la cristianofobia europea no es marginal ni simbólica, sino sistemática y tangible.

Origen de la violencia: enemigo externo e interno

  1. Enemigos externos: grupos yihadistas, insurgencias islamistas radicales, milicias en Nigeria, Pakistán y Oriente Medio que atacan iglesias y fieles.
  2. Fanatización interna: jóvenes europeos fanatizados y violentos, influidos por propaganda extremista, marginación social o entornos de exclusión.
  3. Quintacolumnismo europeo: élites políticas, burocráticas y mediáticas que erosionan la identidad judeocristiana y grecorromana, relativizan la violencia y legitiman nuevas identidades culturales o religiosas.

Cristianofobia institucional en España: ataques simbólicos y destrucción de patrimonio

No toda la persecución proviene de actores externos o radicales: existe también una cristianofobia institucional, visible en la actuación de gobiernos europeos y, muy particularmente, del Gobierno de Pedro Sánchez y de administraciones “progresistas” a nivel municipal, provincial, regional y central.

  • El Valle de los Caídos, santuario religioso de enorme significado histórico y cristiano, ha sidoprofanado en múltiples ocasiones y objeto de medidas que buscan destruir o desnaturalizar su carácter religioso.
  • Pero no se trata solo de un caso aislado: durante el último lustro, se han derribado en España multitud de cruces, monumentos y símbolos cristianos por iniciativa de gobiernos locales y regionales, amparándose en las leyes de “memoria histórica y democrática”.
  • Esta política de demolición y reconfiguración del espacio público se acompaña del silencio cómplice de la jerarquía eclesiástica española, que no ha reaccionado de manera contundente ante la sistemática destrucción de símbolos de fe.
  • Estas acciones demuestran que la persecución no solo es física o terrorista, sino tambiéncultural, simbólica e institucional, contribuyendo al deterioro de la presencia cristiana en la vida pública española.

En conjunto, la combinación de ataques externos, fanatización interna y políticas institucionales hostiles muestra que Occidente y, en particular, España, enfrentan un doble desafío: la violencia tangible sobre los creyentes y la erosión de su memoria, símbolos y raíces culturales cristianas.

Contexto educativo y cultural

Mientras Europa y España registran estas agresiones crecientes contra cristianos, las autoridades promueven la enseñanza del Islam y la cultura islámica en los centros educativos, todo ello sostenido con fondos públicos, con dinero de los contribuyentes.

  • Esta promoción carece de reciprocidad: en muchos países de origen de quienes acogemos, evangelizar o hacer apostolado cristiano es un delito grave, incluso con pena de muerte.
  • La situación no ocurre en territorios lejanos, sino muy próximos a Europa, al otro lado del estrecho de Gibraltar, evidenciando la asimetría cultural y jurídica entre Occidente y regiones de mayoría musulmana.

Impacto real

  • Miles de muertos: 4.476 cristianos asesinados en 2024, concentrados en Nigeria, India y Pakistán.
  • Centenares de miles desplazados: comunidades enteras forzadas al exilio.
  • Pérdida de patrimonio religioso e histórico: iglesias, conventos, cementerios y bibliotecas destruidos.
  • Miedo y silencio comunitario: fieles que ocultan símbolos religiosos y practican su fe en clandestinidad.
  • Inseguridad cotidiana en Europa: agresiones, amenazas y ataques a templos hacen que líderes comunitarios recomienden no exhibir símbolos religiosos en público.

Diagnóstico y conclusión

  • La persecución cristiana es global y estructural, afectando tanto a Occidente como a regiones de alta hostilidad.
  • Europa, a pesar de su raíz cristiana, muestra vulnerabilidad y pasividad ante la violencia anticristiana.
  • La amenaza proviene tanto de actores externos violentos como de un proceso interno de decadencia civilizatoria.
  • La identidad judeocristiana y grecorromana de Occidente está siendo erosionada por políticas de indiferencia y relativismo cultural, y por la enseñanza unilateral de culturas que no permiten reciprocidad.
  • España refleja esta tendencia mediante ataques simbólicos a cruces y monumentos, profanación del Valle de los Caídos y complicidad eclesiástica, reforzando un doble riesgo de violencia tangible y destrucción cultural.

Si Occidente no reacciona con decisión —política, cultural, educativa y moral— perderá su pasado, su identidad y su futuro, y con ello millones de vidas, comunidades y memorias milenarias.