Sr. Director:
A veces se filtran sucesos muy políticamente incorrectos que logran colarse hasta las noticias superando el tácito silencio impuesto sobre determinados temas. Es lo que ha sucedido con la titulada «Una mujer de 34 años se entrega tras matar a su novia de 18, cuyo cadáver apareció con "evidentes signos de violencia" en un cortijo de Motril (Granada)».
Como ambas mujeres eran pareja con notable diferencia de edad, cabría plantearse que no se trataba precisamente de una relación establecida conforme a los criterios más sólidos y recomendables... Mas este es un tema que ni siquiera cabe ya esbozar, porque la audaz moralina que nos predican desde la tele nos enseña que, respecto a asuntos del corazón, todo vale y hay que obedecer ciegamente a lo que tan infalible víscera nos dicte, mejor mientras más disparatado sea el dictado.
Pero al tratarse de un crimen no incardinable dentro de la violencia de género, no resultará condenado públicamente como se merece al no poder imputarlo al heteropatriarcado machista y asesino, aunque alguien habrá que de algún modo acabe atribuyéndoselo. En todo caso, la joven de 18 años muerta está, y nos quedaremos sin saber si se trató de un caso de violencia hembrista o de algún otro género; cuestión ésta que dicen ser fundamental para catalogar la trascendencia mediática de estos crímenes.