Sr. Director:
Una de las manifestaciones más evidentes de fracaso en la gestión de la pandemia del COVID-19 es el número de sanitarios contagiados. Según los últimos datos son muchos miles las personas dedicadas a cuidar de la salud que están o han estado infectadas, número que se ha incrementado de forma significativa en las últimas semanas y que nos coloca a la cabeza de los países europeos con mayor número de sanitarios enfermos. Hablamos de un sector vital y estratégico en la lucha contra la pandemia, por lo que era una prioridad (también política) proteger especialmente a los sanitarios frente a los riesgos que asumen cada día en primera línea, a veces de forma heroica.