Sr. Director:
No hace mucho tiempo en una sesión sobre filosofía se explicaba el transhumanismo, donde aparece la palabra trans. De modo rápido, diré que es un extremo de lo trans, y se basa en la idea de que, gracias a la tecnología, la humanidad entrará, dando un salto cualitativo, en una fase, donde se habrán superado las limitaciones de la naturaleza humana, concebida al modo tradicional, y se entrará en un mundo de superlongevidad, superinteligencia y superbienestar.
La ley protegería y favorecería el derecho moral de aquellos ciudadanos que deseen utilizar la tecnología para ampliar sus capacidades mentales y físicas buscando un crecimiento personal mas allá de nuestras actuales limitaciones biológicas, por ejemplo, mediante un chip en el cerebro y los recambios corporales pertinentes, y puedan decidir si mueren antes o después, si desean eliminar el error en su conocimiento, o el sufrimiento, sea físico o psicológico, optando por la felicidad total, que deberá ser promocionada. En definitiva, en este salto, la humanidad se librará de una vez por todas de la muerte, el error en el conocer y el dolor. De fondo, se está cuestionando la existencia de una naturaleza humana. El concepto tradicional de naturaleza sería erradicado por inútil.