Sr. Director: La televisión, que pagamos todos, no es un arma política. Debe estar al servicio de todos y de los que no pueden acceder ni a misa. La realidad social es que hay muchos españoles que desean asistir  a la misa dominical, por ejemplo, y no pueden hacerlo, sino a través de televisión. En nombre de todos ellos pedimos que se rechacen de plano las propuestas antisociales de Podemos y comparsas de turno. Que ellos, de espaldas a una realidad nacional quieren no ver los programas católicos, pues son libres, pero que no prohíban el ejercicio libre y social de los católicos, que siguen estando en mayoría, véase el progresivo aumento de contribuyentes en las declaraciones de IRPF  a favor de la Iglesia Católica o dense  una vuelta por las iglesias los sábados o domingos. Ginés Alcaraz