Sr. Director:
En la medida de lo posible, y no es fácil, hay que aportar serenidad y, pienso, que los medios de comunicación deberían hacer autocrítica. Estamos ante una primera sentencia que no es firme. El sistema judicial tiene garantías y aunque se equivoque siempre será mejor que un linchamiento público. Hablamos mucho de derecho penal, y es lógico, pero debemos recordar que el derecho penal no lo es todo. Habrá que empezar a reflexionar sobre qué tipo de educación sexual tienen nuestros jóvenes, qué concepción del ocio. ¿Por qué se suceden los casos en los que una mujer es convertida en objeto de presa? La pregunta es demasiado acuciante. No podemos seguir mirando para otro lado cuando sexo y violencia, en demasiadas ocasiones, van juntos. Donde debiera estar la belleza del don libre y amoroso de una persona nos encontramos con la más fea y machista violación de la dignidad humana. ¿Qué estamos haciendo mal?