Sr. Director:

Está reunida la Conferencia Episcopal Española, el Presidente Cardenal Omella pide perdón por la actuación de la Iglesia, pero no he leído nada concreto que explique cuales son las causas por las que pide perdón. Monseñor, a veces al tratar sobre la Divina Eucaristía me expreso con dureza, pero no tengo otra alternativa. Yo solo soy un seglar y no puedo tomar decisiones que afecten a las normas de la Iglesia. Lo diré una vez más, la causa del deterioro que existe en la Iglesia y la sociedad, es, sin duda alguna la comunión en la mano, norma, que a pesar de la galopante desacralización de la Divina Eucaristía, no anulan esta práctica, y, como consecuencia, muchos fieles y supongo que también miembros del clero, han perdido la fe en la Presencia Real de Cristo Verdadero Dios y Verdadero Hombre, en la Divina Eucaristía. Esta reunión de la Conferencia Episcopal Española, es una ocasión para anular esta práctica profanadora y sacrílega. Puede ser que sea la última oportunidad que Dios nos da para que rectifiquemos. Los Prelados españoles son los que tienen  la última palabra.