Sr. Director:
El pasado día 6 de enero celebrábamos en el seno de la Iglesia la festividad de la Epifanía, la manifestación del Hijo de Dios a la humanidad entera representada por los tres Reyes Magos que, llegados de países lejanos, guiados por la luz de la estrella, acudieron a la gruta de Belén para adorarlo y ofrecerle sus regalos.
Los tres magos se alegraron con un gozo incontenible al contemplar en su humildad al Niño Dios, al que buscaban desde que descubrieron en el cielo una luz que anunciaba que algo muy grande iba a ocurrir en algún lugar remoto, desconocido por ellos.
Desde entonces, los cristianos nos llenamos también de gozo al recordar, con los regalos que nos intercambiamos, aquel acontecimiento.
Jesús Martínez
Las empresas familiares se rompen. Del Pino fue el pionero, los Botín y los Entrecanales, los próximos
13/12/24 16:58