Sr. Director:
El Papa Francisco pedía “¡Un aplauso para la nueva beata! ¡Todos juntos!”. Un aplauso para Guadalupe Ortiz de Landázuri beatificada el 18 de mayo en Madrid. Y añadía: “Sirvió con alegría a sus hermanos y hermanas compaginando la enseñanza y el anuncio del Evangelio. Su testimonio es un ejemplo para las mujeres cristianas comprometidas en actividades sociales y en la investigación científica”.
Recuerdo, estaba presenta, en la beatificación de Guadalupe Ortiz de Landázuri el Cardenal Becciu aplicó a la nueva beata la imagen de ser una mujer “poliédrica”. Con esta expresión podía destacar las múltiples facetas de su atractiva personalidad: como química, como mujer cristiana, como fiel del Opus Dei, como mujer apostólica, como enferma, y otras muchas.
Como profesional destacó en el mundo de la química, siempre apasionada por la investigación y la enseñanza, hasta los últimos días en la Clínica Universitaria de Navarra. Como mujer cristiana ha sido una mujer más apasionada aún con Jesucristo, buscándole cada día en la Eucaristía, en la oración, en el Rosario, en la familia y en la calle. En verdad Él ha sido el centro de su vida enamorada, pues procuraba hacer todo por Cristo, con Él y en Él, como una buena hija de Dios. Como fiel del Opus Dei se entregó a su vocación con una creciente fidelidad, estando disponible para las tareas apostólicas y el servicio generoso a los demás. Fue directora de la Residencia Universitaria Zurbarán desviviéndose día y noche por las residentes siempre con una sonrisa, el sello de Guadalupe.
Jesús Domingo