Sr. Director:
He escuchado el testimonio que Ana dio hace unos días en el Parlamento Europeo. Ella es una madre que cometió el pecado de pedir en el colegio Gaspar de Portolà en la localidad leridana de Balaguer que a su hijo de 5 años se le enseñara también en español.
Se dio publicidad a su nombre y al de sus hijos. El director salió en la televisión local y se les denunció en periódicos independentistas.
La frase que he puesto en el título resume bien el final de su historia; tras recibir acoso tanto ella como sus hijos, escraches, boicots a su empresa, tuvo que cambiar a sus hijos de colegio y vender su negocio. Puede escuchar aquí su testimonio.
Por casos como estos creamos la semana pasada la petición a la Defensora del Pueblo pidiendo libertad para elegir la lengua en la que estudiar.
Casos como el de Ana nos ayudan a entender la realidad de la imposición lingüística en Cataluña y la presión extrema a la que se somete a los padres que quieren la libertad de elegir estudiar en castellano. No importa que el objetivo del acoso sea una madre y un niño de 5 años. En el tema de la lengua no hay miramientos.
El objetivo es lanzar un mensaje "ejemplarizante" a los padres para que no se atrevan a elegir la lengua de la educación de sus hijos si no quieren tener que enfrentarse a todo un gobierno de la Generalitat de Cataluña, al AMPA y la dirección del colegio, a los medios de comunicación, a los partidos políticos (ERC, CiU y la CUP)…
Pienso que tienen que sentir que no somos ajenos a su problema y que desde todos los rincones de España nos solidarizamos y estamos con ellos. Pero también creo que los poderes públicos tienen que cumplir su labor y garantizar eficazmente este derecho. Ellos tienen las herramientas para que se respeten nuestros derechos.
Carlos (Españoles de a pie)
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09/12/24 14:29