¿Repetir curso es una mala idea? ¿Y qué pasa con los vagos? ¿Y qué pasa con el mérito?
El ministro de Educación y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo (en la imagen), tiene una misión en la vida: el diálogo.
Y dialoga tanto que el hacedor del informe Pisa, todo un termómetro de la educación europea, formulado por descerebrados para producir descerebrados, un tal Andreas Schleicher, le ha dicho que repetir curso no sirve para nada, lo que hay que hacer es ayudar al retrasado.
Hombre, por supuesto que hay que ayudar al torpe. Ese es uno de los objetivos de la educación misma, pero sin renunciar a repetir curso cuando el alumno no está capacitado para ello. Si no, ¿para qué sirven los cursos?
Además, ¿qué pasa con los vagos? ¿Y dónde queda el mérito del alumno esforzado? Claro que hay que ayudar al retrasado y claro que hay que repetir curso. Ideas tan brillantes como la de que ningún alumno repita curso es lo justo que ha llevado a una educación pergeñada por docentes sectarios para discentes ignorantes.
Hispanidad
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