La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha cifrado los muertos por ébola en 11.005 fallecidos en África Occidental y los casos detectados, en 26.593. Cifras que ahora importan bastante poco en España, pues tristemente se olvidó del virus hace cinco meses, tras la recuperación de Teresa Romero. Este organismo de Naciones Unidas declaró a nuestro país libre de ébola el pasado 2 de diciembre y podría hacer lo mismo con Liberia, si no se registran nuevos casos hasta el 9 de mayo. Esto sería una buenísima noticia para el país africano que, junto a Sierra Leona y Guinea, ha sido el más castigado por el virus. Pero las cifras reflejan de nuevo el egoísmo de Occidente. El ébola nos preocupaba cuando lo teníamos en España, luego ya no. Al igual que sucede con la inmigración. Como dijimos, trasladar a los enfermos de ébola a sus países de origen no fue buena idea, pues los expertos dicen que no se debe mover el foco de infección; por tanto, lo idóneo hubiera sido llevar allí los medios. En el caso de los inmigrantes, igual, se debe enviar ayuda a los países para evitar que el Mediterráneo siga siendo un gran cementerio. Hispanidad redaccion@hispanidad.com