El paro convocado el Día Internacional de la Mujer marcará un antes y un después en la sociedad española. Seguro.
Menos mal que hay personas (y personos) que piensan. Porque lo de la huelga feminista del 8 de marzo sólo se le puede ocurrir a alguien que piensa muchísimo, como le ocurre a Irene Montero (en la imagen). Piensa tanto que, al parecer, no tiene tiempo ni para ducharse ni para leer. ¿Piensas? luego hueles.
En esta línea de pensamiento profundo, el partido de Pablo Iglesias lanza la gran idea que, sin duda, cambiará el rumbo de la historia: que el 8-M las mujeres no compren tampones. ¡Fantástico!
Se acabó el machismo. Bueno, no, aún queda un fleco: que las abuelas no cuiden a sus nietos. ¡Qué iniciativa! Sólo hay un problema: ¿Qué ocurre si son nietas?
¡Hala, a pensar! Adiós a la ducha.
Hispanidad
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Dile a los jueces y juezas... Vicente Vallés, ejerciendo de feministo
14/12/24 15:00