Se percibe una cierta confusión, en los medios informativos, en el empleo del concepto de 'crear' y sus sus derivados: creación, creatividad, etc. No sólo en las páginas dedicadas a la crítica de arte, sino en cualquier otra actividad musical y hasta en las crónicas económicas. La mente humana es poderosa, porque el ser humano ha sido creado más poderoso aún: ha sido creado libre. Ahora bien, el hombre no crea, sólo trasforma lo creado. Y no, no puede crear porque no tiene ese poder. Él mismo es un ser creado, que no puede dar razón de su existencia, salvo refiriéndola a un tercero. El poeta Dámaso Alonso (en la imagen) lo explica mejor que nosotros: Tirana mente mía, mente creada, Único continente capaz de lo increado, Templo de Dios. Hispanidad redaccion@hispanidad.com