
Y yo que pensaba que para eso estaban las granjas acuícolas, para criar peces, matarlos y comernoslos, a ser posible a la bilbaína
Si no fuera una muestra más de la necedad creciente que anida en la sociedad moderna, las almas sensibles nos sentiríamos impresionadas por el comunicado de Anima Naturalis sobre las piscifactorías españolas, donde se asesina a millones de pececitos. Total, sólo para matar el hambre de los repugnantes seres humanos no veganos.
Y yo que pensaba que para eso estaban las granjas acuícolas, para criar peces, matarlos y comernoslos, a ser posible a la bilbaína.
Pero, al parecer, no.