Mañana es 18 de julio día del golpe de Estado del dictador Francisco Franco, contra el Gobierno de la muy democrática II República, la que propició y ejecutó la mayor matanza de católicos en 20 siglos.

El discurso oficial habla de que el ranking de los malvados de la historia está encabezado por este general gallego, el tal Paquito, seguido muy cerca de Hitler y Musolini. Lenin, Stalin y Mao, sin embargo, eran unos pobres "incontrolados", chicos descarriados que no sabían lo que hacían. 

Eran algo similar a esos milicianos asesinos de la II República, todos ellos socialistas, comunistas o anarquistas, animados por los masones (como bien nos cuenta el historiador Javier Paredes). 

Lo peor del comunismo es que tiene una buena excusa: la riqueza no puede estar concentrada en pocas manos, según el viejo dicho de que la propiedad privada es como el estiércol: fructífero siempre que esté repartido, extendido y no concentrado. Pero se trata de eso, de una excusa, porque pretender arreglar el problema de la pobreza con la dictadura del proletariado es como nombrar ministro de Economía a un trilero. La propiedad privada puede llegar a ser injusta, la propiedad pública es injusta desde su mismísima raíz.

En cualquier caso, si el triunfo de la II República tuvo algo que ver con la mala distribución de la riqueza, y dado que eso ocurría en toda Europa, no más que en España ¿Por qué no hubo en toda Europa ninguna guerra civil que ni de lejos, se pareciera a la crueldad de la española?

No, la causa principal de la Guerra civil fue la cristofobia, de una buena parte de la sociedad española que no soportaba la fe cristiana y quería destruirla. En la España de 1931 (sí, las matanzas de católicos no empezaron en 1936 sino en 1931) podían estar mal vistos los militares y las derechas, pero a quien no podía soportar los líderes de la izquierda era a los católicos, curas o laicos. 

Por tanto, si servidor hubiera sido joven en 1936 se habría tirado al monte con las tripas de Franco y contra la muy democrática II República. ¡Pero si te asesinaban por entrar en una Iglesia y eras reo de sospecha pública si no blasfemabas lo suficiente! Nada más proclamarse la república empezaron a arder conventos y el juego democrático y parlamentario se convirtió en una coña. Una coña, por cierto, con ciertas similitudes con el actual hemiciclo donde impera el señor Sánchez sus aliados, los orcos de Mordor.

Sí, si yo hubiera sido joven en 1936 me hubiera echado al monte con Franco... sin dudarlo. Cómo no iba a hacerlo si de otra forma me hubieran asesinado. Y no por derechista sino por católico, por 'odium fidei'.

Así pues, es preciso terminar con el mito del franquismo como la peor de las dictaduras de Europa ¿Por qué? Porque es mentira. El Franquismo fue una dictablanda de lo más razonable... para lo que había ocurrido en España y, además, cuando se miente sobre la historia acabas repitiendo la historia. Y así, la nota distintiva del Sanchismo es la memoria histórica... la memoria histórica de la cristofobia rampante.