Un candidato negro -afroamericano o subsahariano- a la Casa Blanca representa un "fenómeno histórico" si se trata de Barak Obama. Si Hillary hubiera sido la elegida, el momento no habría sido menos histórico, dado que un mujer podría alcanzar la Casa Blanca.

Ahora bien, si la mujer es republicana, antiabortista, tiene cinco hijos y encima está con la Federación del Rifle, entonces se trata de un mero "golpe de efecto" de John McCain, quien ha optado por una mujer sin experiencia política.

No se engañen, las feministas odian a los varones, porque el feminismo casi siempre termina en lesbianismo, pero aún odian más a las mujeres femeninas, especialmente a las madres, especialmente a las madres de cinco hijos, uno de ellos con síndrome de Down. Y es que Sarah Palin, 44 años, decidió tener su quinto niño en lugar de abortarlo, cuando le dijeron que era retrasado, y ahora le considera su mayor tesoro, algo no muy inhabitual que sólo se entiende si antes se han entendido otras cosas. Y encima de origen humilde, y encima cristiana. ¡Jo!

Sorprende que se diga de un gobernadora -el cargo más importante en Estados Unidos con la excepción de los miembros de Gabinete presidencial- que no tiene experiencia. La acusación responde a esa imagen progre según la cual la mujer que decide tener hijos -nada menos que cinco, y uno retrasado, es una tarada. La mujer inteligente se dedica a abortar.

Le deseo toda la suerte a Sarah Palin, porque si McCain es elegido presidente a los 72 años, ella puede tener que tomar el testigo. No me gusta, lo reconozco su afecto a la Asociación del Rifle, entre otras cosas porque siempre me han parecido que las armas de fuego son fruto de la cobardía de la modernidad. El hombre con arma blanca debe enfrentarse al enemigo hasta oler su aliento.

Ahora bien, reconozco que hay un argumento a favor de la filosofía de las armas de fuego: todo hombre, piensan muchos norteamericanos, tiene derecho a defenderse, porque no nos fíamos del Estado. Y la ventaja de las armas del fuego es que igualan al débil con el fuerte. Insisto en que no me acaba de convencer, pero...

En cualquier caso, tres hurras por Sarah Palin. Y encima guapa.

Eulogio López