Y eso que el problema de ABC no es, ni mucho menos, el director. El problema es la batalla a varias bandas en la propiedad, y especialmente entre las dos ramas de la familia Ybarra (más del 18% el capital) y su antiguo aliado, José María Bergareche. Emilio y Enrique Ybarra consideran que Bergareche les ha "traicionado" con Jaime Castellanos, traición en la que se apunta el nuevo consejero delegado Belarmino García, a quien se atribuye la compra del gratuito Què! Por nada menos que 132 millones de euros, sólo para presumir de ser el grupo con mayor circulación. Es muy posible que con ese dinero Castellanos financie parte de la OPA que pretende sobre la totalidad del Grupo Vocento, y que cada día lo tiene más difícil.
De hecho, el efecto Belarmino García, que llegó a la consejería delegada como la esperanza de unir a bergareches ybarras, urrutias y lucasdetena se ha diluido, y ya se le da por amortizado.
Planeta es el grupo que más se ha aproximado a Vocento para adquirir la totalidad de las acciones, pero tampoco encuentra mucha receptividad. Bergareche sigue acudiendo a la sede de Vocento y todo su equipo continúa en sus despachos. En resumen, un caos. Además, Catalina Luca de Tena ha dejado de pensar, al menos por el momento, en Federico Jiménez Losantos sea el nuevo director de ABC. Ahora defiende a Zarzalejos, aunque nadie sepa por qué.
De ahí que haya surgido la única salida posible: si todos los problemas de el viejo Correo han llegado con su aventura madrileña, "volvámonos a Bilbao". En otras palabras, el desguace, volver a lo de antes: un grupo, el Correo, compuesto por cabeceras regionales, y la antigua Prensa Española, editora de ABC y controlada por los Luca de Tena, que dicen controlar el 20% del capital aunque algunos reducen el porcentaje al 10%, incluso menos.
Nadie quiere el desguace, pero ahora mismo todos lo señalan como la única solución.
Porque, además, José Manuel Lara no consigue entrar en Vocento, entre otras cosas porque ya tiene problema en casa, especialmente en A-3 TV, verdadero motor de su imperio mediático. Y los más felices: Pedro J. Ramírez y El Mundo, donde ahora han decidido que no se precisan más compras: El ABC le está transfiriendo lectores con mucho entusiasmo.