Sr. Director:
Vaya, caramba, parece mentira que Ud., periodista y cristiano (yo también soy periodista y cristiano, claro que no tan buen periodista y cristiano como Ud.), vuelva a frivolizar en 'Hispanidad'.

 

Lo hizo recientemente con el aborto al tomarlo como materia de inocentada y vuelve a hacerlo hoy respecto al drama de la crisis. Ud. dice: "¡Viva la crisis!", porque, como el creyente más atrabiliario que soñar se pueda, ve en ella la causa de que la gente, acoquinada, retorne a Dios.

En efecto, hay mucha gente que solo se acuerda de santa Bárbara cuando truena y, entonces, a la fuerza ahorcan. Y hay muchas personas que solo se acuerdan del alma cuando está próxima la muerte, pero a nadie se le ocurriría gritar por eso "¡Viva la muerte!".

Más de cinco millones de españoles sin trabajo, miles de hogares destrozados, trabajadores empobrecidos y clases medias proletarizadas...

Y, Ud., Sr. López, da vivas a la crisis. ¿No sabe, acaso, que la ironía (ya sé que no ha ironizado) y la frivolidad (sí, ha frivolizado) deben respetar el sufrimiento?

Ignacio Marina Grimau