Sr. Director:
Me gustaría saber quién ha asignado al arquitecto Ignacio Vicens los preparativos de la boda real que se nos avecina. Si ha sido el mismísimo Rouco, es que estamos locos. Hoy sale una entrevista que le hace a Vicens el diario El Mundo. Este señor, del Opus Dei según dice él en ese lugar, da a entender que Rouco no se fía de los profesionales. Felipe y Letizia, según Vicens, sí que se fían de los profesionales. Está bien la cosa. Desde luego,
Vicens debe ser el gran arquitecto del régimen que se abre.
Pero que Santa Lucía le conserve la vista. En otro momento de la entrevista le preguntan por la película de Mel Gibson. La respuesta no tiene desperdicio: "No la pongo, para nada, entre las películas recordables". Este señor es pedante hasta el hartazgo. Decir "recordable" por "digno de recuerdo" tiene guasa. Se ve que a Vicens le gusta negar la evidencia, como buen esnob. Ya se ve que lo que sobresalga por encima de la profesionalidad de Vicens no es digno de recuerdo. La excelencia postconciliar es Vicens, según él mismo confiesa, como el Estado era Luis XIV, el padre del Absolutismo.
Ricardo Seguí
risegui@hotmail.com