Era tradicional la copa de Navidad en departamentos gubernamentales como la Vicepresidencia Económica o Industria. De hecho, en casi todos los departamentos del Gobierno. Pero eso era antes, cuando no había un Gobierno laico. Con Zapatero, las Navidades son laicas y todas las copas se consumen en La Moncloa. Eso sí, con un fuerte recorte en las invitaciones: o periodistas amigos o periodistas imprescindibles. La censura impuesta por el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Barroso, con el entusiasta apoyo de Zapatero y Fernández de la Vega, sobre los medios críticos con el Gobierno continúa avanzando.