Sr. Director:
El domingo, día 15 de mayo, en la festividad de San Isidro Labrador, el Arzobispo de Madrid ha recordado cuando ha señalado que para salir de nuestras crisis y sufrimientos, tanto individuales como sociales, son necesarias ciertamente enérgicas y justas medidas humanas, pero también es necesaria, y con urgencia, una renovación moral y espiritual de las conciencias.
El domingo, día 15 de mayo, en la festividad de San Isidro Labrador, el Arzobispo de Madrid ha recordado cuando ha señalado que para salir de nuestras crisis y sufrimientos, tanto individuales como sociales, son necesarias ciertamente enérgicas y justas medidas humanas, pero también es necesaria, y con urgencia, una renovación moral y espiritual de las conciencias.
Sólo así podremos afrontar con garantía problemas de tanta envergadura como las rupturas familiares, los niños a los que no se les deja nacer, el paro, los jóvenes buscando trabajo y anhelando horizontes claros para su futuro o la violencia en sus más variadas expresiones, especialmente la doméstica lucha en la que con presupuestos faltos de moral cuando no amorales, tan pocos frutos se están consiguiendo.
Lo repito hoy, día después de unas elecciones que han dado amplias mayorías, cuando no absolutas, al Partido Popular, no sea que la euforia les lleve y nos lleve a olvidar lo más urgente para la sociedad española, su regeneración identitaria, moral y espiritual.
José Morales Martín