- Al menos, los presidentes Poroshenko y Putin han hablado por teléfono, que es algo... y después, el 'zar' ruso ha dicho que podría haber un acuerdo entre Kiev y los separatistas el viernes.
- Lo que no se detiene son los movimientos militares: la OTAN pactará una fuerza rápida de varios miles de soldados para responder a crisis como la de Ucrania.
- Y Rusia anuncia maniobras de fuerzas de misiles estratégicos.
Pues bien: lo que parecía que habían logrado entre el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, era un acuerdo mediante "el diálogo" para aplicar un "alto el fuego permanente" en las regiones del este, tras una conversación telefónica entre ambos líderes. Los dos dirigentes habían logrado un "entendimiento" en lo referente a "los pasos que permitirán lograr la paz" en las regiones orientales, según un comunicado de Kiev. Parecía una excelente noticia.
Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha desmentido dicho acuerdo, alegando que Rusia no es un actor en el conflicto armado. "Putin y Poroshenko trataron realmente los pasos para favorecer un alto el fuego entre las milicias y las fuerzas ucranianas. Pero Rusia no puede acordar el alto el fuego porque no es parte en el conflicto", ha precisado Peskov a la agencia RIA Nóvosti.
Y para rizar más el rizo si cabe, el presidente ruso ha dicho después -entre anuncios y desmestidos- que el Gobierno ucraniano y los separatistas prorrusos del Este que apoya podrían llegar a un acuerdo para este viernes. Tiempo al tiempo, aunque con muertos -lo más dramático- sobre la escenario.
Por ende, las resonancias militares del conflicto no se han apagado del todo. Por ejemplo, los jefes del Estado y de Gobierno de la OTAN darán luz verde a la creación de una fuerza de "varios miles" de soldados -unos 13.000- que podrá desplegarse en cualquier país en "muy pocos días" para responder a crisis como la agresión rusa en Ucrania en la cumbre que acogerá este jueves y viernes la localidad galesa de Newport, en Reino Unido.
Esta fuerza "podrá utilizarse para una amplia gama de operaciones, incluidas misiones de gestión de crisis y tareas de mantenimiento de paz" y podrá trabajar de forma "conjunta" con "la punta de lanza" de la fuerza aliada, cuyo "principal objetivo es la defensa colectiva", ha aclarado la portavoz de la OTAN, Oana Lungescu.
Por su parte, las Fuerzas Armadas de Rusia llevarán a cabo este mes de septiembre ejercicios de fuerzas de misiles estratégicos, responsables del arsenal nuclear de largo alcance, en los que participarán más de 4.000 militares, según el Ministerio de Defensa. Los ejercicios, en los que participarán alrededor de 400 unidades técnicas y equipos aéreos, tendrán lugar en al república de Altai, en la zona meridional del centro de Rusia.
Esas maniobras se enmarcan en las tensiones por la crisis ucraniana y en las recientes críticas a la OTAN, a la que Moscú ha recriminado su mayor presencia en el este de Europa.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com