Sr. Director:

A los islámicos no les molesta la Navidad. A los fanáticos laicistas, sí. Mientras reducen las horas de clase de Religión, imponen la asignatura de "Manipulación de la Ciudadanía": la nueva religión estatal.

Tratan de imponernos sus creencias: pensamiento único, pensamiento "progry". Quieren sustituir a Dios por el Estado. Pero el Estado es incapaz de amar. Nunca nos sentiremos amados por el Estado. Y como nos ha recordado Benedicto XVI, Dios es amor. No temamos. No estamos solos.

Francisco Javier Alba

Fjavieralba@terra.es