- El coste electoral de seguir financiado la producción de carbón es invaluable pero el coste económico supone 2.000 millones de euros anuales.
- Saldría más barato cerrar toda la minería, enviar a casa a sus trabajadores y seguir pagándoles el sueldo íntegro hasta la jubilación.
- La Triple A asegura que el impacto sobre el déficit es mínimo: por cada millón invertido recibirían 250.000 euros durante 25 años, más el 80% durante el resto de su vida útil: un chollo para la Triple A y un timo para los consumidores.
- Además, el ministro Soria (en la imagen) prepara una tasa sobre energía hidroeléctrica y nuclear. Los principales afectados serán los señores de la fisión: Endesa e Iberdrola.
Se cortó la sangría de la energía termosolar en el Consejo de Ministros del pasado viernes, tal y como había adelantado Hispanidad. Pero el déficit de tarifa no sólo se debe a las primas a la energía verde, una de las grandes barbaridades de Zapatero, sino también las subvenciones al carbón nacional. Una industria ruinosa que podríamos describir así: si enviamos a todos los mineros a su casa y les seguimos pagando el salario hasta su jubilación, nos saldría más barato que en funcionamiento. Otra idea-fuerza del sector, repetida en el mismo, es que si importamos el carbón de Sudáfrica y lo traemos en barco nos saldría más barato que la extracción en Asturias, Castilla-León o Aragón.
Así que tras el moratoria a la termosolar, el ministro de Energía, José Manuel Soria, pretende reducir el coste del carbón: 2.000 millones de euros anuales, una cifra que se queda corta si se unen las tres vías de subvención pública: al carbón nacional, a las zonas productoras y al coste de Kyoto, por aquello de quien contamina, paga.
Ahora bien, se conoce el coste económico pero sólo puede elucubrar sobre el coste electoral. Desde luego, Zapatero nunca se atrevió con ello, que por algo comenzaba su curso político en Rodiezmo. Sin embargo, Soria sabe que o se reanula el déficit de tarifa o lo que peligra es el objetivo del déficit público. Así que, después de poner coto a la termosolar, hay que ir a por el carbón.
Por cierto, sorprende la reacción de la asociación patronal de la energía solar -Protermosolar- ante la moratoria -mejor, suspensión- de las plantas de reproducción de este tipo de energía. Asegura la patronal que controla la Triple A -Abengoa, ACS y Acciona- que el impacto de dicha energía sobre el déficit es mínimo. Mínimo no es, pero lo importante es que iba camino de convertirse en máximo. Así la prima anual que reciben los productores de este tipo de energía superaba la de la fotovoltaica: por cada millón de euros invertidos, la fotovoltaica recibía unos 200.000 euros de subvención en el plan antiguo y unos 80.000 euros tras el hachazo de Sebastián, acogotado por el coste disparado de las huertas solares. Pues bien, la prima anual de la termosolar se eleva a 250.000 euros por millón, y eso durante 25 años, más el 80% durante el resto de su vida útil.
Pero los recortes en las subvenciones a la energía no quedan ahí. José Manuel Soria ya piensa en un mordisco a las dos energías más baratas, y amortizadas: la hidroeléctrica y la nuclear. Aquí, las dos empresas más afectadas serán Endesa e Iberdrola, que presionan todo lo que pueden para evitarlo. No creo que lo consigan.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com