Todos reconocemos que los anhelos primarios de la televisión deben ser: informar, enseñar y recrear. La televisión basura, promovida en Norteamérica con el Real World de la cadena MTV, ha zanjado el menú de diversión.

La desfachatez, la intromisión en la vida privada y la ironía déspota y patética son frecuentes. La Federación Internacional de Asociaciones de Telespectadores y Radioyentes asevera que, las series acusadas de telebasura, son un cáncer cuya metástasis, tiende a invadirlo todo.

El arreglo de la serie colombiana sin tetas no hay paraíso, es funesta y sin ningún valor. Nos encontramos ante una serie con todos los componentes de un culebrón mezquino donde la prostitución, los narcóticos, las venganzas y los contubernios se dan cita como eje central de una conspiración insoportable.

Por otra parte, la cadena televisiva MTV, ha estrenado un evento apodado mover la cuna, con los retoños de afamados cantarines como Olivia Newton John, Bobby Brown o M. C. Hammer que anhelan emular a sus progenitores en un reality al estilo operación triunfo. Una pandilla de árbitros los juzgarán y deliberarán si han emergido con los mismos genes de sus progenitores. Pero no se sentirán aislados, porque sus populares papaítos les ampararán en las galas. Más telebasura en la televisión sajona, la BBC Three ha iniciado un flamante programa basura ridículo ya que las protagonistas serán jóvenes de entre 18 y 30 abriles y que tengan alguna invalidez y anhelen ser Top models. Han sido elegidas ocho mozas que deberán vencer en distintas pruebas para ir ratificando su estancia en el evento.

Es necesario eliminar de las parrillas todas estas series violentas, insolentes y eróticas, que pueden ofuscar a los críos que, ante semejantes aberraciones, pueden terminar enmarañados o trastornados. No podemos consentir que se  produzca la aseveración de Lope de Vega: Si el vulgo es necio, es justo hablarle en necio, para darle gusto.

Clemente Ferrer Roselló

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