Este catálogo de buenas intenciones puede provocar un cierto escepticismo, pero frente  a los que se ríen de la alianza de civilizaciones, frente a los que se mofan, como los señores de la oposición y sus adláteres mediáticos, hay que decirles que todo lo que se haga con este fin bueno, frente a las cruzadas del occidente cristiano, cuántos siglos de muerte en nombre de Dios, o no se sabe qué, el esfuerzo que significa que dos presidentes del gobierno y el secretario general de la ONU se sume, todo esto merece el aplauso. Y celebro que el presidente del gobierno de mi país tenga esa sensibilidad. Prefiero un presidente con una sensibilidad de paz y no con el ardor guerrero metido en el cuerpo, opinaba Enric Sopena en TVE.