Sr. Director:

El Grupo Parlamentario de IU-ICV a través de la diputada de Izquierda Unida Isaura Navarro ha registrado en este caluroso mes de junio, una Proposición no de Ley instando al Gobierno a estudiar las reformas legales y llevar a cabo acuerdos con las diferentes confesiones para establecer un procedimiento que permita de forma rápida y con garantías causar baja de las religiones a todos los efectos legales y económicos posibles, la inscripción expresa en sus asientos de la baja y la supresión de los datos personales que obren en sus registros. El planteamiento hace referencia a todas las religiones y creencias en general, pero claro, al ser éste todavía un país de mayoría católica, su señoría apuntó que a día de hoy, no se ha establecido un sistema que garantice la baja o el acto de no pertenencia a la religión de la persona que en su día fue bautizada y con posterioridad decide libremente no formar parte de la misma, y que ésta se inscriba en los archivos oportunos.  

La partida de bautismo, el DNI junto con una carta personal con la declaración de apostasía renegando de la fe cristiana enviada al Obispado, es el método sencillo para darse de baja. El Obispado hará llegar a la parroquia en la que fue bautizado el apóstata dicho documento y constará su decisión apuntada en nota marginal en el libro de bautismos. Esto no anula el hecho de bautizarse, pues la Iglesia no puede cambiar el pasado, pero si garantiza la no pertenencia a la Iglesia Como ve, su señoría, no son precisas  Proposiciones no de Ley para algo tan sencillo y menos de quienes no tienen autoridad para legislar en la Iglesia. Da la sensación que la señora Isaura Navarro y el grupo de letrados IU-ICV que la asisten, aparte de tener una idea bastante peregrina sobre la Iglesia (quizás la confunden con un club social de diversa índole) demuestran un conocimiento flojito del Derecho Canónico,  pues el bautizado que realiza apostasía de la fe incurre en excomunión latae sententiae (DC, 1364, 1) Puede estar segura su señoría de la baja del apostata en la Iglesia, si eso les agobia y perturba.

Es curioso la preocupación de IU-ICV por los apostatas de la fe, y aunque desconozco las motivaciones de esta desazón, la apostilla efectos legales y económicos me hace pensar que lo que le preocupa al Grupo de IU-ICV es el tema de la aportación del 0,52 de IRPF a la Iglesia, vamos, que no les hace gracia, y quizás pretendan que el párroco arranque la hoja del libro de bautismos, al entender que ese es un fichero de datos personales. Para mitigar la ansiedad y el desvelo que esta cuestión puede producir en algunos podemos recordar que la Dirección General de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia, a instancia de Agencia Española de Protección de Datos contestó, mediante Nota de 6 de julio de 2000 que la Iglesia Católica no posee ficheros de sus miembros, ni relación alguna de ellos. Las encuestas que Organismos especializados puedan, por ejemplo, realizar sobre asistencia a misa dominical ni son oficiales ni son nominales ni son objeto de manipulación o utilización personal por parte de la Iglesia. La Iglesia Católica, al no poseer ficheros de datos no está en condiciones de cancelarlos.

 Por lo que hace al asiento en el libro de bautismo, el Acuerdo, de 3 de enero de 1979, entre el Estado Español y la Santa Sede sobre Asuntos Jurídicos, en su apartado II.6, establece que El Estado respeta y protege la inviolabilidad de los archivos, registros y demás documentos pertenecientes a la Conferencia Episcopal Española, a las Curias Episcopales, a las Curias de los Superiores Mayores de las Ordenes y Congregaciones Religiosas, a las Parroquias y a otras Instituciones y Entidades Eclesiásticas. De este modo, tanto el Estado como la Iglesia están obligados a garantizar la inviolabilidad y, por tanto, la confidencialidad de los mencionados archivos que no pueden ser cancelados.

Es en consecuencia claro que, de una parte, el asiento en el registro bautismal no se cancela y, de otra parte, que no es identificable con la pertenencia a la Iglesia Católica, pertenencia que consiste en una actitud personal de que la Iglesia Católica no necesita tomar nota oficial, como tampoco posee nota oficial de que una persona sea o no católica.

 En la Declaración sobre la libertad religiosa, Dignitatis humanae, la Iglesia trata la libertad humana con toda seriedad y manifiesta que el hombre no puede ser constreñido a aceptar la verdad. Si un bautizado considera que la verdad no está en la Iglesia, tiene la obligación moral de buscarla donde crea que puede encontrarla, pero evidentemente, lo que no puede hacer es negar la historia, su historia personal.

Quien quiera renegar de la fe cristiana de forma oficial, no precisa de más trámites. Al interesado le consta su decisión por la que pasa de católico a católico apostata, la Iglesia toma nota en el libro de bautismos y Jesucristo también: Quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos (Mc 10,33)

¿En verdad es necesaria esa proposición no de Ley de IU-ICV y la preocupación de Dña. Isaura Navarro?

Pedro L. Iglesias

pedro@famiglesias.com