Pienso que puede ser interesante el siguiente dato: "En Estados Unidos desciende entre los jóvenes el consumo de tabaco y alcohol, pero aumenta el de marihuana".
Los investigadores de la Universidad de Michigan atribuyen este aumento a la impresión -cada vez más común entre los jóvenes- de que el cannabis es prácticamente inocuo. El 20,6% de los alumnos de 18 y 19 años creen que el consumo ocasional de esta droga no hace daño, mientras que el 44,1% piensa lo mismo del consumo habitual.
Esta impresión ha venido reforzada en los últimos años por la permisividad hacia la marihuana de algunos estados norteamericanos y europeos. En la presentación de la encuesta Monitoring the Future, la directora del National Institute on Drug Abuse, Nora Volkow, se refirió expresamente a Oregón y Washington. Ambos acaban de aprobar el uso recreativo de la marihuana.
Uno de los factores que, a juicio de Volkow, desincentiva el consumo de drogas es su prohibición. Pero desde el momento en que algunos comienzan a debatir la legalización de la marihuana, el mensaje de que es dañina pierde credibilidad. Lo mismo ocurre -añade- cuando se aprueba su prescripción para uso médico, algo que ya han permitido 19 estados.
A medida que hay más permisividad hacia la marihuana, aumenta el consumo entre los jóvenes y consecuentemente la adición a la droga, una verdadera plaga en muchos lugares.
Jesús D Mez Madrid