Así que Hispanidad habló con la Gran Logia de España (que en su día absorbiera la Gran Oriente español). Le trasladamos la pregunta y una persona no identificada nos advirtió que el señor Corominas tenía una agenda muy apretada, lo cual comprendimos a la perfección, y que la Gran Logia de España tampoco dispone de portavoces oficiales, quizás por la mencionada discreción.
Ahora bien, considero que los ciudadanos sí tienen derecho a saber cuándo y cómo influye la masonería en el gobierno democrático. Y si hablamos de sociedades transparentes, y de políticos transparentes, nada más lógico que nos aclaren si el señor Zapatero pertenece a la Francmasonería, con raíces galas, entre otras cosas porque muchas veces actúa más pendiente de los intereses franceses que de los españoles (por ejemplo, en el caso IZAR).
Pero ya ven: la masonería es una sociedad tan transparente que no sabemos quiénes son sus miembros. Tendremos que preguntárselo a la otra parte, a Zapatero.
Eulogio López