La Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) celebraba este lunes la entrega de los premios tintero y secante a aquellos empresarios y/o políticos que habían destacado como los más y los menos transparentes. También se celebraba la entrada como socios de honor de algunos ex. Por ejemplo, del ex director de la Oficina Económica de Moncloa, Miguel Sebastián, que el año pasado recibió el premio secante. Regreso sin nostalgia, dijo el cachondo de Sebastián que según señaló, colocó el premio en su despacho que de repente se convirtió en un despacho abierto. Desde que le dimos el secante ha mejorado sus relaciones con nosotros; pero por favor, Miguel, no cambies de jefe de prensa tanto, le dice Miguel Ángel Noceda, presidente de APIE.

Sebastián estuvo sembrado, como el año pasado. Empezó con un chiste. Esto de que se lo den a los ex tiene su gracia; si vosotros queréis llamar ex a Rodrigo Rato y a Francisco González, allá vosotros. Queda clara la querencia. Sebastián sigue con su discurso preparado en tono de humor y entra de lleno en sus nuevas responsabilidades como candidato socialista a la alcaldía de Madrid: Esta asociación se va a llamar a pie que es como hay que venir dados los atascos.

Y luego, como excusándose, explica que la política y la economía no están lejos. Traduciendo al castizo la explicación que Clinton ofreció a Bush sobre su pérdida electoral, señaló: Es la economía, chalao. Además, puso varios ejemplos de economistas que han dado el salto a la política con cierto éxito, como Galbraith, Ricardo Lagos, Cabaco Silva, Romano Prodi o el alcalde de Parla que tiene el 75% de los votos de sus ciudadanos. Claro que, don Miguel, en política como en los mercados, rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras.