Tras casi dos años de negociación sin acuerdo estaba claro que el Gobierno necesitaba una foto, un acuerdo social entre empresarios y sindicatos. Pues bien, esa es la reforma laboral, más bien una reformita, aprobada hace un mes y ratificada el vienes 9 de junio por el decreto ley aprobado por el Consejo de Ministros.
Según el Gobierno se trata de reducir la contratación temporal desde el 33% actual hasta el 30%, pero poco se ha avanzado para conseguirlo. Al final, lo que quieren los empresarios no es ni tan siquiera un despido más barato, sino un despido más fácil, con una indemnización pactada de antemano. En este sentido, muy poco se ha avanzado.
Eso sí, ya se consiguió la foto y ahora hay que vender paz social.