Pero mucho menos comentado, según informan a Hispanidad, miembro del lobby energético europeo, ha sido el pleno acuerdo de ambos mandatarios para que las compañías alemanas y francesas se repartan la Europa energética. Por de pronto, París no acepta el veto del Gobierno español a que Suez-Gaz de France se hagan con empresas españolas, especialmente con Iberdrola, veto del que informábamos en nuestra anterior edición. Eso sí, esta vez Suez no recibirá el apoyo de su socio histórico, La Caixa, quien le ha pedido que no compre más acciones de Gas Natural.
Al mismo tiempo, la conocida E.ON y la menos conocida RWE, la dos grandes eléctricas españolas no abandona su interés por entrar en el mercado español. E.ON nunca ha ocultado que Viesgo no es suficiente, y RWE, la carbonera, tampoco oculta sus ansias de expansión y diversificación.
Geográficamente, la cosa está clara: Alemania canalizará el gas ruso y Francia el argelino.