En la noche de este martes comparecía ante el Club Siglo XXI el arzobispo de Madrid, Mons. Rouco. Tras un repaso universal sobre el derecho a una educación universal y una libertad educativa, aterrizó en España recordando que tanto el art. 27 de la Constitución como su interpretación en sendas sentencias del Constitucional establecen el derecho de los padres a escoger la formación humana, moral y religiosa de sus hijos, el derecho social a organizar centros educativos y la obligación del Estado de garantizar esas libertades y de cerrar unos convenios que garanticen que la educación se presta en régimen de gratuidad.
Rouco no escatimó críticas a todos los gobiernos que han recortado la libertad educativa de los padres estableciendo criterios en los convenios y en los criterios de admisión de alumnos que no tienen nada que ver con la verdadera libertad de los padres. Además, criticó la polémica asignatura de Educación para la Ciudadanía: El decreto que lo desarrolla no disipa los temores, sino que los confirma y agrava. La voluntad de construir una conciencia moral cívica y la oficialización de la teoría de género forman parte de las críticas del arzobispo de Madrid.
Preguntado en el coloquio sobre el movimiento de objeción de conciencia, Mons. Rouco se mostró más prudente y no quiso posicionarse demasiado, aunque sí informó que la Conferencia Episcopal estudiaría un tema que en todo caso, afecta a los padres. También se echó de menos una crítica -si quiera velada- a los religiosos de la enseñanza por sus flirteos con el gobierno laicista. No obstante, la mayoría de los asistentes agradeció al arzobispo de Madrid su claridad y contundencia en la exposición.