En 1983 se llevó al cine Escarlata y negro -en referencia a la vestimenta del protagonista- una película basada en hechos sucedidos durante la II guerra mundial: un sacerdote católico salvó del horror de Hitler -con grave riesgo de su vida- a muchos judíos e italianos de la resistencia.
Estos días he leído que el Presidente de USA ha proclamado junio como el MES del orgullo gay, reconociendo sus grandes aportaciones a EEUU. Yo -que no soy profetisa ni hija de profeta- ya dije durante la campaña que no me convencía este señor, porque no hablaba claro del aborto, lo cual sí ha aclarado -en negro- cuando está en el cargo.
Hitler mató a millones de seres; Obama propicia -con su política abortista- la muerte de muchos más millones en todo el mundo. Ahora se despacha respaldando la homosexualidad. Desde que hay seres humanos sobre la tierra, hombres y mujeres -uno con una- son los responsables de la continuidad de la especie, lo mismo que el resto de seres del reino animal.
¿Qué aportan los homosexuales en esto? ¿La continuidad de la especie vía tubo de ensayo? No me vale. Está muy bien que un ciudadano de color negro haya accedido a la presidencia del país más influyente de la tierra.
¡Lástima que en lugar del escarlata se haya quedado en el rosa!
Amparo Tos Boix
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