De hecho, ya no ejerce como director de la División de Telecomunicaciones. El interesado afirma que puede quedarse en la Comisión Ejecutiva, pero el CEO, Peter Löscher quiere cambiar todo el Vorstand a finales de septiembre. Primer objetivo de la nueva Siemens: limpiar su imagen corporativa, pues todavía es conocida como la empresa de los sobornos. La mayor multinacional de bienes de equipo del mundo deberá afrontar el Frente Internacional anti-Siemens: países que están dispuestos a excluirla de sus licitaciones mientras no demuestre que ha cambiado de métodos para obtener contratos. España es el país que mejor trata a Siemens a pesar del Caso AVE, en el que fue condenada Era el ejecutivo español que más lejos había llegado en una multinacional y uno de los mejor pagados: 6 millones de euros por dirigir desde Munich la División de Telecomunicaciones de Siemens, la mayor multinacional del mundo de bienes de equipo, en competencia con General Electric, pero no ha durado mucho en el cargo. En primer lugar, porque dicha división se ha fusionado con Nokia, y los alemanes les ha cedido las riendas a los finlandeses. En segundo lugar, porque el recién llegado Peter Löscher, anunciará a finales de septiembre el cambio más profundo que se recuerda en la multinacional alemana: pretende cambiar al menos cinco de los ocho miembros del Comité Ejecutivo, el Vorstand, corazón de la firma. Según círculos próximos a Montes, éste tendría un puesto reservado en el Vorstand, pero otras fuentes de la multinacional aseguran a Hispanidad que la decisión de Lösher es firme: Montes ya está condenado. Por cierto, la esposa del CEO de Siemens, la española Marta Montal -hija del que fuera presidente del Barça, Agustín Montal- no ha sido ajena a la decisión de prescindir de Montes.
Y el caso es que el cese es muy injusto, pues lo que pretende Löscher no es más que cambiar la imagen de Siemens, imagen ahora prisionera de sus pasados sobornos a todo tipo de políticos en distintos países para conseguir contratos. Colombia le prohibió acudir a sus licitaciones públicas, ha tenido problemas en Extremo oriente, los juicios por sobornos contra directivos de Siemens en Italia y Estados Unidos también son conocidos, y Siemens tuvo que hacerse cargo de la división de trenes de la francesa Alstom para hacerse perdonar en Francia. Es más, en la actualidad un grupo de administraciones públicas alienta la idea de escarmentar a Siemens. Los más activos son italianos y norteamericanos.
Ahora bien, se da la curiosidad de que España es el país que mejor ha tratado a Siemens, a pesar de que aquí ya hay sentencia firme contra directivos de la firma por soborno: durante la época de Francisco Francés como presidente, esto es, durante el felipismo.
Sin embargo, Eduardo Montes llegó después, y cambió su política, o al menos no se le ha acusado de nada. Pero todo indica que será cesado.
Y también resulta curioso que España continúe siendo el país que más contratos le firma a Siemens, tanto en equipamiento para el tren de alta velocidad (a pesar de la precitada sentencia), para bienes de equipo médico -la sanidad española está sembrada de tecnología Siemens- y para telecos (Siemens es el principal proveedor de todas las operadoras, incluida Telefónica, para redes).
Eso sí, aunque al Gobierno Zapatero no le importe que Siemens sobornara a anteriores Gobiernos socialistas, no soportan a Montes, empresario próximo al PP la derecha en general y a José María Aznar en particular. Conocedor de ello, Peter Löscher le ha negado su regreso a España, donde fue sustituido por Francisco Belil (ex de Bayer).
Por si acaso, Siemens España ha fichado para su equipo e imagen a María Cortina, ahora en NH, antes en Telefónica y antes en la Secretaría de Estado de Hacienda… con Juan Costa y Rodrigo Rato.
Un dato, Montes mantiene buena relación con la "mujer fuerte" de Bertelsmann, Liz Mohn, esposa de Reinhard Mohn, de soltera Lis Beckman.
La revolución en Siemens empieza ahora. La reconversión vendrá después.